«Debemos seguir innovando para poder producir barriles de petróleo y gas más limpios y más baratos en el futuro. Si abordamos la quema, el metano fugitivo y las perforaciones, abordaremos casi el 80% del problema. Si sabemos que el petróleo y el gas seguirán siendo una fuente de energía que necesitamos, entonces debemos afrontar el desafío de controlar el nivel de emisiones a la atmósfera para mantenernos dentro del presupuesto de carbono, que es un máximo de 1, 5 es. ºC por encima de la temperatura media global del nivel preindustrial», afirmó Miguel Baptista, Director General: África Central, Oriental y Austral de SLB, en su presentación inaugural.

«Entendemos nuestro papel en la reducción de la huella de carbono. En Halliburton, hacemos esto de tres maneras: eliminar el carbono en nuestras operaciones, innovar en tecnologías y acelerar el surgimiento de nuevas empresas de energía», dijo Antoine Berel, vicepresidente de Halliburton África.

El África subsahariana está repleta de oportunidades para aplicar tecnologías especializadas a proyectos tradicionales de petróleo y gas, así como para establecer nuevas infraestructuras de energía limpia relacionadas con la captura y el almacenamiento de carbono, la producción de hidrógeno y el almacenamiento de energía renovable. Dicho esto, persisten desafíos a la hora de justificar económicamente la mejora de los activos abandonados.

“Un desafío importante para Angola es que muchos de sus campos están maduros y la mayoría de los nuevos proyectos están vinculados a la infraestructura existente. El costo de restaurar esa infraestructura es un desafío económico para los campos que están en declive. Donde se pueden aplicar las nuevas tecnologías es en los nuevos proyectos que se conciben, para que se puedan diseñar las últimas tecnologías y soluciones”, dijo Valter Escorcio, gerente nacional de Baker Hughes.

Bráulio de Brito, presidente de la Asociación de Empresas Angoleñas de Servicios Petroleros (AECIPA), añadió contenido local a la discusión, añadiendo: “También tenemos que considerar a las personas: sin personas, la tecnología no funciona. Debemos asegurarnos de que el desarrollo vaya de la mano de la tecnología. También traerá eficiencia de costos en nuestras operaciones, que es nuestro resultado final. Los operadores deben liderar el progreso tecnológico y utilizarlo como incentivo para reunir y empoderar a las empresas locales”.

Si bien los grandes operadores pueden liderar la innovación y el despliegue de tecnología, el panel dijo que las empresas locales aún pueden desempeñar un papel significativo en los esfuerzos de descarbonización participando en la economía circular.

“Tenemos eficiencia. Por ejemplo, podemos reducir el número de tiradas extranjeras presentando diferentes combinaciones a los operadores. Esta no es una tecnología nueva, pero es un nuevo proceso que reducirá el CO2 huella Otro ejemplo es el cambio de motores diésel a motores eléctricos en nuestras operaciones. Por el lado de la descarburación, reparamos brocas. A pesar de ser locales, podemos tener un impacto”, dijo Jorge de Morais, gerente general de Kaeso, una empresa de servicios petroleros 100% angoleña.

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